lunes, 5 de abril de 2010

Historia del Turismo

El turismo en la actualidad es un fenómeno creciente del cual participan millones de personas a lo largo y ancho de todo el mundo, que involucra a cada vez más capas de población, posibilitando los viajes y el conocimiento de diversas culturas.
Para entender lo que es el turismo y sus implicancias en el mundo moderno tenemos que remontarnos a períodos muy lejanos, donde comenzaron a enlazarse los primeros engranajes que dieron vida al gran motor turístico.
Queremos aclarar que sería imposible abarcar todos los hechos en un nivel de análisis muy detallado, siendo nuestro motivo destacar la esencia de la actividad.
Para ésto elegimos la división convencional que se realiza de la historia, la cual acercaremos a nuestros lectores en cuatro partes correlativas.

Primera Parte: Edad Antigua (4000aC-476dC)

De los primeros viajeros a los centros vacacionales

En la antigüedad no se reconoce un turismo equiparable al que todos conocemos hoy en día, pero sí se encuentran los principales vestigios que fueron moldeándolo. En un principio el hombre estaba sujeto a la naturaleza, y no cabía en él la posibilidad de viajar por placer; era prácticamente inexistente el alojamiento, transporte, moneda y seguridad en los viajes. Sin embargo, siempre hubo quienes rompieron los estándares y se lanzaron en viajes azarosos de los cuales se rescataron los primeros relatos, entre ellos destacamos a Heródoto de Halicarnaso (484-425 a.C.) y Pausanias (siglo II d.C.).
En el período griego (siglo VIII a.C. a siglo II a.C.) no había mucha tendencia a viajar, y si lo hacían era para acudir a fiestas religiosas (dionisias), consultar al oráculo y participar de los Juegos Olímpicos y de los Pitios. También solían viajar en busca de salud a centros asistenciales como por ejemplo el de Epidauro.
Cabe agregar que unos de los factores que imposibilitaba en gran medida los viajes por tierra era la falta de caminos aptos para el tránsito, por lo cual tuvo mayor desarrollo el transporte marítimo. Sólo puede destacarse la Vía Sagrada como una de las mejores y más frecuentadas sendas, importante desde el punto de vista religioso y estratégico por actuar como nexo entre Atenas y Eleusis.
Grecia se vio debilitada tras la Guerra del Peloponeso (433 a.C. - 405 a.C.) entre Atenas y Esparta, hecho que imposibilitó la unión frente a un poderoso enemigo común, Roma, quien se impuso con vehemencia sentando las bases para la construcción de su vasto Imperio. Ya lo decía Martín Fierro, “si entre hermanos se pelean los devoran los de afuera”.
El posterior período de la Pax Romana (27 a.C. – fines siglo II d.C.), caracterizado por el detenimiento de la expansión de las fronteras y la consolidación de los territorios conquistados, sumado a la innecesidad de trabajar por la gran presencia de esclavos y al paulatino desarrollo de los caminos y sistemas de comunicación que esta situación generó, trajo consigo un aumento considerable de los viajes. Los traslados se realizaban principalmente con el objeto de evitar los calores de verano. Los destinos eran variados: en un principio las villas aristocráticas en Lacio y Campania, más adelante optaron por el emprendimiento de desplazamientos de mayor distancia, optando entre lujosos centros vacacionales como los de Baia y Pompeya (poseían piscinas, aguas termales, teatros y todo tipo de placeres) y otros sitios reconocidos en la época, como lo eran Grecia (Troya), Egipto (Pirámides y Esfinge), la bahía Napolitana (volcán Vesubio, ruinas de Pompeya), entre otros.
Con la amplia difusión del cristianismo dentro del Imperio, pequeños grupos de viajeros emprendieron peregrinaciones a Tierra Santa.
A la plebe se la conformaba con la entrega de alimentos gratuitos y con entretenimientos de escaso nivel cultural como lo eran las luchas de gladiadores en el legendario Coliseo. Esta situación es conocida bajo el lema de “pan y circo”, semejante a la que se vive en nuestro días, viendo a las masas alienadas con los conformistas planes trabajar y los reality shows basura.
Los grandes cambios que se sucedieron en este período fueron suscitados por decisiones políticas que influyeron en la forma de vivir de las sociedades en cuestión. Se fue generando lentamente una forma de vida cada vez más dinámica y los primeros desplazamientos fueron posibles gracias a la mayor seguridad que se le daba a los viajeros, fundamentalmente luego del período de la Pax Romana, donde ya los caminos eran más transitables y distintas formas de alojamiento eran capaces de albergar a un número aún poco significativo de turistas (si lo comparamos con las cifras que se manejan hoy en día). El motor había comenzado a rugir, los primeros Km. ya estaban hechos, el camino a recorrer todavía era muy largo, el hoy no se avecinaba. Si esta primera parte te interesó, leé las siguientes en las próximas ediciones de Km0.
Bibliografía consultada

“Griegos Historia Universal” – Miguez, Nestor – Editorial Alianza- 1995
“Historia del Turismo” – Khatchikian, Miguel – Editorial Universidad San Martin de Porres – 2000
“Nuestros antepasados los romanos” – Hanoune, Roger; Scheid John – Ediciones B

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